sábado, 22 de marzo de 2008

VINCENT de Yosu




Josué Ramos - Yosú- es un habitual de este blog. Ya participó en el Certamen de Letras para Soñar y se ha lanzado ahora con un libro de relatos -Mente y Acero- en el que tengo el honor de incluir un relato mío que me solicitó Yosu en su día. El libro está publicado en ediciones Lulú y podéis acceder al mismo a través del siguiente link.




Mientras tanto, aquí tenéis un breve relato suyo para ir abriendo boca.










VINCENT





Dio un paso atrás para ver mejor el resultado y compararlo al original, como solía hacer siempre. Cualquiera diría que el parecido era increíble, una verdadera obra de arte.
Sin embargo, al desviar la mirada a los lienzos descuidadamente apilados que había estado llenando en los últimos días, sólo sintió que este era uno más para el montón. Faltaba algo. Siempre faltaba algo. Nunca lograba percibir a la perfección la belleza de sus modelos.
Puestas de sol, verdes campos en flor, paisajes otoñales, ramos de flores…; todos estaban allí mal amontonados, nunca iguales a los originales. No podía plasmar a la perfección lo que veía, a pesar de que su vida estaba dedicada por entero a ello. Era imposible.

De repente, una nube que cruza el cielo permitió al sol ocupar su lugar sobre la casa. Los rayos iluminaron el ramo de rosas a través de la cristalera como no lo habían hecho en toda aquella tarde, con una belleza indescriptible.
El lienzo, sin embargo, carecía de vida; su mayor defecto.
Entonces, airado, apretó el pincel que sostenía en la fría mano con tanta fuerza que partió en dos pedazos. Dejó caer un trozo al suelo y fijó la vista en el otro. Lo asió con ambas manos, con la parte astillada hacia sí y, con un golpe seco, se lo hundió en el pecho.

No sintió dolor, sólo el aceite derramándose por entre sus manos y cayendo al suelo. Poco a poco, sus sistemas se fueron apagando. Tras escasos segundos se desplomó sobre el lienzo, aplastándolo contra el suelo, cayendo ambos rendidos a los pies del iluminado y vivo ramo de rosas.
Se acaba de perder una obra de arte.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial. Me gustó mucho.

José Angel Muriel dijo...

Muy interesante. No me imaginaba el final, como debe pasar en un relato breve. Pocas palabras bastan para contar una buena historia.