Asuntos de mi mujer me llevaron a Madrid en un viaje relámpago consistente en llegar a las ocho de la noche del sábado y retornar el domingo a las cuatro. Vamos, relámpago de verdad. La cuestión es que el domingo por la mañana me encontré solo y a mis anchas. Tras pensarlo un rato, decidí dejarme llevar y deambular por ahí a ver qué ocurría.
Primero un café por la zona de Atocha. Me lo tomé en un establecimiento especializado en cafés y estaba bueno, muy bueno. Luego al museo Doña Sofía que además, siendo domingo, la entrada era gratis. Allí aluciné con ciertos conceptos artísticos.
Un lienzo era una capa de pintura dorada, otro de pintura roja. Uno más allá tenía una gruesa raya negra y nada más. En otra sala topé con dos planchas metálicas con restos de carteles de publicidad que se titulaba tal que así: "Vallas con restos de carteles publicitarios" o algo por el estilo. Y algunas cosillas más que se me escaparon. Me falta formación o sensibilidad o ambas cosas para apreciar ciertas expresiones artísticas... Supongo.
Por otro lado disfruté, y mucho, con otras obras:
La suerte de ver a Picasso, -"El Guernica" que conmueve muy hondo-, Dalí, Miró, ... Ver el documental que rodó Buñuel sobre las Hurdes con narración de Paco Rabal. Aquí sientes tal congoja que corres a ver el sol. Y a Óscar Domínguez cuya "Composición Cósmica" me dejó impresionado, tanto que encabeza esta entrada. Y más, mucho más.
Y acabé bajando por esos ascensores acristalados que reptan por la fachada del museo con vistas a la plaza llena de vida. Y como se distinguía el bar El Brillante y ya había algo de hambre, a por un bocata de calamares (el mejor bocadillo de calamares de Madrid, anuncian ellos sin modestia alguna) y una caña.
Tras recuperar fuerzas, a la cuesta Moyano en el Retiro para husmear por la Feria del Libro. Tuve suerte, encontré la adaptación gráfica de Coraline de Gaiman hecha por P. Craig Russell. La edición es una muy buena del Círculo de Lectores ¡¡y solo me costó tres euros!!
Como el día era excelente, coroné la cuesta Moyano y al Retiro, donde tras un paseo, ocupé un banco en el que me puse a leer. Acabé con más paseo, recogí unas castañas para Sarah a quien le encantan estas cosas, me fui a por otra caña y a recoger a mi mujer.
Una gran mañana, de esas cosas buenas que te ocurren cuando decides no hacer planes.
10 comentarios:
Que envidia! Hace ya un par de años o tres que no me paso por Madrid, y vuelve a haber ganas...
Que bien, a eso le llamo aprovechar la mañana.
Un día perfecto!
Solo te faltó El prado y visitar a las meninas. Pero no se puede todo en la vida.
Oye! sabrás que hacer un miércoles por la tarde-noche en Frankfurt?
Frankfurt?? Pues comer salchichas regadas con abundante "bier" XD
No me hagas caso. ¿Te vas a Frankfurt? ¡Qué envidia tan inmensa! Pásalo bien y cuenta detalles a tu vuelta.
Bueno, como te veía tan experto y creativo en eso de conocer y aprovechar ciudades en poco tiempo...
Voy sólo tres días por trabajo e intentaré ver "algo". Los detalles los contaré como siempre con imágenes :)
Esos son los mejores. Madrid, adoro esa ciudad.
A mí también me sorprenden las cosas del arte moderno, sin embargo, este año estuvimos en Alicante y haciendo tiempo para encontrarnos con un amigo, visitamos el museo local, mis hijos se lo pasaron genial, les parecía muy divertido y comentaban lo que veían entusiasmados. No sé, tendremos que aprender de los niños.
Besos
Ah, y enhorabuena por lo del Fabricante de sueños.
José Miguel, a mí también me encanta Madrid. Tiene mucho que ver y es una ciudad viva.
Garcias Felisa y de acuerdo en que en ocasiones la mirada de unniño "ve" mucho más que nosotros.Pero no es que no me guste el arte llamado "moderno" (no olvidemos que muchas expresiones de este arte tienen casi cien años), pero creo que hay cosas que son más morro que nada.
A eso se le llama aprovechar bien el tiempo y lo demás son tonterías.
Pues sí, Enric. Ojalá y todo saliera tan redondo
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