La casualidad ha querido que topara con la reposición de un capítulo de Curro Jiménez en la 2 de TVE. Conmigo estaba Sarah. He visto un rato las correrías de Curro, El Estudiante, El Algarrobo, El Gitano... y después he querido pasar a ver las noticias. Sarah me ha pedido que no lo hiciera, que el tipo ese de la voz aguardentosa, gesto chulesco y buena planta le molaba. Y los dos hemos disfrutado del episodio completo en el que Curro rescataba a un niño secuestrado por unos desalmados. Y si digo que hemos disfrutado, lo digo en serio.
Cuando ha acabado, Sarah me ha pedido ver más otro día y le he dicho que eso estaba hecho. Entonces he cambiado de canal para ver las noticias y allí han aparecido otros bandoleros hablando de primas e "ivas". Sarah ha cogido su libro, Coraline, y no le ha dedicado más atención al televisor... Al final, yo he acabado por desear haber hecho lo mismo.
5 comentarios:
¡Qué Sarah jamás pierda esa sabiduria!
Sí, antes los bandoleros de ficción molaban.
Ahora, los bandoleros del mundo real apestan.
Grande Curro Jimenez!
Curro era Curro, un ladrón que asaltaba a los ricos. Una imagen espejo de lo que es la vida real ;-)
Justo en Curro he pensado yo al leer el título de la entrada. Y alabo el gusto, tanto televisivo como literario, de Sarah. Coraline también mola :-)
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