jueves, 8 de enero de 2009

Barebacking


En una agradable comida familiar celebrada el día de Reyes, nos embarcamos a los postres en una animada charla sobre el "estado de las cosas", eufemismo que la verdad, abarca cualquier tema. En nuestro caso, siendo padres de hijos de corta edad, la conversación al principio se centró en la formación que se imparte en los colegios.
Comentamos a continuación, la importancia que tiene nuestro papel como padres y concluimos en la ausencia de valores de la sociedad de hoy en día. Claro que no perdimos de vista que somos parte activa de esa sociedad, o deberíamos serlo, en lugar de sentarnos tranquilamente a ver lo que ocurre y exigir responsabilidades a los demás. Vamos, que hay que mojarse más y quejarse menos.
La cuestión es que hubo un comentario que llamó mi atención: "Dios ha muerto", afirmó mi cuñado Alejandro, "y no le han encontrado sustituto". Y me pareció que resumía bastante bien la situación actual. Lo cierto es que el hombre es más que carne, sangre y huesos, que posee un componente espiritual que exige respuestas sobre toda a la gran interrogante: ¿Qué sentido tiene todo esto?
La gente parece que esté perdiendo el norte y se haya embarcado en una suerte de carrera de ratas donde lo que prevalece es el momento que vive y no la evolución hacia una meta que nos haga sentirnos "realizados" o al menos otorgue una razón a la existencia. No hay más que mirar las noticias del día a día para darse cuenta que el carpe diem se aplica de forma instintiva y primitiva - bonita rima- sin más objetivo que la satisfacción del impulso inmediato. Y viene a reforzar todo esto una noticia que leí recientemente, quizás no sea la más horrorosa y sobrecogedora - ahí están Gaza y mil guerras más que hemos olvidado- pero sí es demostrativa de lo que intento exponer. Aquí la tenéis, vosotros juzgaréis.


Son fiestas conocidas con el nombre de “barebacking” (término que significa montar a pelo). En ellas se reunen personas que no se conocen entre sí -el contacto se produce normalmente a través de Internet- para organizar una orgía. Hasta aquí el tema no es novedoso, lo que sí lo es es que también se invita a personas infectadas con VIH u otro tipo de enfermedad de transmisión sexual. ¿El motivo? para tener relaciones sexuales sin ningún tipo de protección. Nadie sabe quienes son los enfermos con lo que la fiesta se convierte en una ruleta rusa que a decir de algunos participantes, proporciona una excitación inigualable...

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya que tienes toda la razón!!!
Me ha dejado pasmada la noticia.No es que haya muerto Dios, es que parece que ya no sabemos ilusionarnos con las cosas que hacemos a diario,parece que tengamos que buscar emociones fuertes(por no decir dramáticas; yo creo que hay que retomar la ilusión y el entusiasmo que teniamos cuando eramos crios,o, es más, no haberlo perdido nunca, esa llama del "asombro" por las cosas del día a día no debería apagarse nunca.A pesar de los pesares yo nunca la apagué y aunque aveces luce tenue, otras, es una auténtica antorcha.
Fdo:Vacapollo

Anónimo dijo...

Ya lo dijo Obélix: "Están locos estos romanos".
Mala

Anónimo dijo...

No había leído esa extraña noticia, suena un poco raro. Aunque de ser verídica solo cabe decir que la gente es idiota. Al menos más de lo que ya suponía.

J.E. Alamo dijo...

Pues es lamentablemente, cierta Micke. Introduce Barebacking en google u otro buscador y fliparás.

Anónimo dijo...

Que escalofrio me ha dado, con lo contento que estaba cuando iba por la parte de la orgia y el bajon que me ha dado cuando he llegado a la del VIH. Bueno los suicidas en grupo no son noticia, si acaso las formas de innovar en su estupidez. Lo cual no deja de ser una paradoja, un estupido innovando.
Ante la espiral de mierda en la aparentemente se dirije esta sociedad (que no el ser humano, mi opinion es que la sociedad, un producto del ser humano, es la que esta podrida) suelo apoyarme en mi buena conciencia y la imagen de mis sobrinas de 1 y 3 años.
Un saludo,
GuZ.

Anónimo dijo...

No conocía este asunto, pero no me extraña nada.
En mis tiempos mozos (ya hace muuucho), los pijos más pijos organizaban unas fiestasen donde llevaban una serpiente. Le daban un conejo para morder e inocular el veneno. Después se ofrecía brazos, piernas y otras partes humanas para que mordiera e inoculara lso restos del veneno. Según me contaron (lo juro yo no participé) era muy excitante y sin los efectos secundarios del LSD (también de mi época)