martes, 7 de julio de 2009

Buitres y Retornos


-Y ahora les toca a los ellos, a los buitres.
-Pues no era más que pellejo y huesos por lo que dicen. Hasta calvo estaba.
-No le buscan a él- y Bajito frota el índice con el pulgar. - Y algunos de los peores la propia familia. ¡Menuda vida! Sin saber nunca quién te quiere.
-En eso tienes razón- dice Sabio sin demasiado interés apartando la mirada del televisor. -¿Qué tal las vacaciones?- pregunta al Piojoso que anda a vueltas con un trapo gris con aspecto de haber sido camiseta en una vida anterior.
-Una mierda, me las he tirado aquí pintando y limpiando.
Las miradas de todos se cruzan y el interrogante pende mudo en el aire viciado: ¿Limpiando? ¿Pintando?
-El almacén, coño, que vino un inspector de esos de la higiene o la limpieza o cómo cojones se llamen, y me quería cerrar el bar. Así que de vacaciones nada, limpiando y pintando. Ya ves tú la falta que hacía.
Asiento con los demás cuando en su recorrido la mirada del Piojoso llega hasta mí. Luego procurando no tocar la barra, increíble el polvo que se ha pegado sobre sus grasienta superficie durante las "vacaciones", dejo mis monedas y salgo a la calle, al calor infernal y húmedo de otro día de verano.
Aunque noto el sudor en la frente, sonrío satisfecho mientras me desperezo con disimulo. ¡Qué ganas tenía de que reabrieran el Piojoso!

6 comentarios:

Daniel Miñano dijo...

Bien! Por ahí nos vemos, entonces!

José Miguel Vilar-Bou dijo...

El encanto de lo feo...

Anónimo dijo...

El Bar piojoso me recuerda mucho al Pelujo, de mi pueblo, al que voy. Es increiblemente guarro -os gustaría-. Lo mejor es un cartel bien grande que pone:
"Ambiente de lujo, en casa Pelujo".

Yo pensaba que era un guarro integral siempre. Hasta que un día abro el diario y veo al Pelujo en una foto a cuatro columnas, con americana negra y pajarita y concurriendo a un concurso de coctelería. Casi me caigo de la silla.

Un saludo y buenas vacaciones. L. Besa

J.E. Alamo dijo...

El Piojoso es real como la crisis y sus "habituales" están tomados de la vida misma. Palabrita de escritor.

José Miguel Vilar-Bou dijo...

¿Palabrita de escritor? Como para fiarse de un escritor.

Laura dijo...

Me encantó. Hasta casi sentí la picazón en mi propio asiento a tantos miles de kilómetros de distancia. :)
Saludos