El fuego, adorado por la inmensa mayoría de los pueblos de la antigüedad, cuyo robo a los dioses costó a Prometeo un castigo cruel y divino del que fue liberado por Heracles, está presente en la vida de los valencianos que una vez al año purifican y renuevan sus vidas en un acto de difícil comprension para quienes no viven aquí.
Hoy se queman las fallas, es la Cremá, y entre la alegría del rito primigenio y el llanto por el fin de unas fiestas maravillosas, nos emplazaremos para el próximo año.
Este año mi hija ha sido fallera por primera vez y las hemos vivido y viviremos con ella hasta las lágrimas del final.
3 comentarios:
En Valencia sí que sabéis montar unas buenas fiestas...
A disfrutar mucho (y especialmente la cuentacuentos fallera).
La verdad es que nunca me han gustado mucho las fallas. Pero un año, mi hermana fue fallera, y sí las viví de cerca: fue divertidísimo!
A mí me ha ocurrido lo mismo, vivirlas a través de mi hija me las ha hecho ver desde otra perspectiva.
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