"En un trabajo honrado lo corriente
es trabajar mucho y ganar poco:
la vida del pirata, en cambio,
es plenitud y saciedad, placer y fortuna,
libertad y además poder."
(Bartholomew Roberts, pirata conocido como "Black Bart")
Su verdadero nombre era John Roberts (Gales. 1622) y fue conocido con el sobrenombre de Black Bart. Era un hombre alto, de buena apariencia y elegantemente vestido. Al contrario que los demás piratas aficionados a toda suerte de bebidas alcóholicas, Bart solo bebía té. En junio de 1719 el barco dedicado al tráfico de esclavos en que viajaba, el Princesa de Londres, fue abordado por el pirata Howell Davis y, una vez derrotados, aceptó la invitación de éste para unirse a los piratas. Merced a sus buenos conocimientos de navegación, acabó convirtiéndose en el segundo del barco. Fue designado capitán cuando Davis fue abatido por el gobernador de isla Príncipe. En 1720, como venganza por la muerte de Davis, capturó al gobernador de Martinica y lo colgó del mástil de su propio barco. La bandera que eligió lo muestra vengándose de las islas de Barbados y Martinica.
es trabajar mucho y ganar poco:
la vida del pirata, en cambio,
es plenitud y saciedad, placer y fortuna,
libertad y además poder."
(Bartholomew Roberts, pirata conocido como "Black Bart")
Su verdadero nombre era John Roberts (Gales. 1622) y fue conocido con el sobrenombre de Black Bart. Era un hombre alto, de buena apariencia y elegantemente vestido. Al contrario que los demás piratas aficionados a toda suerte de bebidas alcóholicas, Bart solo bebía té. En junio de 1719 el barco dedicado al tráfico de esclavos en que viajaba, el Princesa de Londres, fue abordado por el pirata Howell Davis y, una vez derrotados, aceptó la invitación de éste para unirse a los piratas. Merced a sus buenos conocimientos de navegación, acabó convirtiéndose en el segundo del barco. Fue designado capitán cuando Davis fue abatido por el gobernador de isla Príncipe. En 1720, como venganza por la muerte de Davis, capturó al gobernador de Martinica y lo colgó del mástil de su propio barco. La bandera que eligió lo muestra vengándose de las islas de Barbados y Martinica.
Para regir la vida de abordo elaboró un código de piratas con aspectos democráticos. Entre otros puntos, incluía compensaciones económicas para aquellos que perdieran miembros durante la navegación y/o lucha.
Su carrera se extendió durante cuatro años hasta que murió por un balazo que recibió en el cuello de un soldado inglés el 10 de febrero de 1722. Contaba 40 años. Su tripulación arrojó su cuerpo al mar antes de rendirse para impedir que cayera en manos de los británicos. Los soldados británicos en represalia, ahorcaron a 52 miembros de una tripulación de 254 piratas.
El autor Daniel Defoe proporciona una relación de las normas que regían a bordo del barco de Black Bart.
I. Todo hombre tiene voto en los asuntos del momento, tiene igual derecho a provisiones frescas o licores fuertes en cualquier instante tras su confiscación y pueden hacer uso de ellos a placer, excepto que la escasez haga necesario, por el bien de todos, su racionamiento.
II. Todo hombre será llamado equitativamente por turnos, según la lista, al reparto del botín (sobre y por encima su propia participación), se le permitirá cambiarse de ropa para la ocasión pero, si alguno defrauda a la compañía por valor de un dólar de plata, joyas o dinero, será abandonado a su suerte en el mar como castigo. Si el robo fuese entre miembros de la tripulación, esta se contentará con cortar las orejas y la nariz al culpable y lo desembarcará en tierra, no en lugar deshabitado pero sí en algún sitio donde se dé por sentado que encontrará adversidades.
III. Nadie jugará a las cartas o dados por dinero.
IV. Las luces y velas se apagarán a las 8 de la noche; si después de esa hora algún miembro de la tripulación se inclina a seguir bebiendo, puede hacerlo sobre cubierta.
V. Mantener sus armas, pistolas y sables limpios y listos para el servicio.
VI. No se permiten niños ni mujeres. Si cualquier hombre fuera encontrado seduciendo a cualquiera del sexo opuesto, y la llevase al mar disfrazada, sufrirá la muerte.
VII. En batalla la deserción del barco o sus camarotes será castigada con la muerte o al abandono a su suerte en el mar.
VIII. No se permiten las peleas a bordo, pero las disputas de cualquier hombre se resolverán en tierra, a espada y pistolas.
IX. Ningún hombre hablará de dejar su modo de vida hasta que haya aportado 1000 libras. Si, para conseguirlo, perdiera una extremidad o quedara impedido para el servicio, se le darán 800 dólares extraídos del inventario común y por heridas menores, en proporción a su gravedad.
X. El capitán y su segundo recibirán dos partes del botín; el maestre, contramaestre y cañonero una parte y media, y el resto de los oficiales, una parte y un cuarto.
XI. Los músicos tendrán descanso el sábado pero no los otros seis días y noches, a no ser por concesión extraordinaria.
El escritor Daniel Defoe comenta que los anteriores preceptos eran solo una parte del código completo:
Estos son, nos han asegurado, algunos de los artículos de Roberts; pero como tuvieron la precaución de arrojar por la borda el original que habían firmado y jurado hay motivo para sospechar que el resto del contenido era demasiado horrible para revelarlo a nadie.
El autor Daniel Defoe proporciona una relación de las normas que regían a bordo del barco de Black Bart.
I. Todo hombre tiene voto en los asuntos del momento, tiene igual derecho a provisiones frescas o licores fuertes en cualquier instante tras su confiscación y pueden hacer uso de ellos a placer, excepto que la escasez haga necesario, por el bien de todos, su racionamiento.
II. Todo hombre será llamado equitativamente por turnos, según la lista, al reparto del botín (sobre y por encima su propia participación), se le permitirá cambiarse de ropa para la ocasión pero, si alguno defrauda a la compañía por valor de un dólar de plata, joyas o dinero, será abandonado a su suerte en el mar como castigo. Si el robo fuese entre miembros de la tripulación, esta se contentará con cortar las orejas y la nariz al culpable y lo desembarcará en tierra, no en lugar deshabitado pero sí en algún sitio donde se dé por sentado que encontrará adversidades.
III. Nadie jugará a las cartas o dados por dinero.
IV. Las luces y velas se apagarán a las 8 de la noche; si después de esa hora algún miembro de la tripulación se inclina a seguir bebiendo, puede hacerlo sobre cubierta.
V. Mantener sus armas, pistolas y sables limpios y listos para el servicio.
VI. No se permiten niños ni mujeres. Si cualquier hombre fuera encontrado seduciendo a cualquiera del sexo opuesto, y la llevase al mar disfrazada, sufrirá la muerte.
VII. En batalla la deserción del barco o sus camarotes será castigada con la muerte o al abandono a su suerte en el mar.
VIII. No se permiten las peleas a bordo, pero las disputas de cualquier hombre se resolverán en tierra, a espada y pistolas.
IX. Ningún hombre hablará de dejar su modo de vida hasta que haya aportado 1000 libras. Si, para conseguirlo, perdiera una extremidad o quedara impedido para el servicio, se le darán 800 dólares extraídos del inventario común y por heridas menores, en proporción a su gravedad.
X. El capitán y su segundo recibirán dos partes del botín; el maestre, contramaestre y cañonero una parte y media, y el resto de los oficiales, una parte y un cuarto.
XI. Los músicos tendrán descanso el sábado pero no los otros seis días y noches, a no ser por concesión extraordinaria.
El escritor Daniel Defoe comenta que los anteriores preceptos eran solo una parte del código completo:
Estos son, nos han asegurado, algunos de los artículos de Roberts; pero como tuvieron la precaución de arrojar por la borda el original que habían firmado y jurado hay motivo para sospechar que el resto del contenido era demasiado horrible para revelarlo a nadie.
3 comentarios:
Un código estricto y bien definido. Supongo que teniendo en cuenta el personal que formaba las tripulaciones no había otra. Esta "democracia" para tomar ciertas decisiones debía de ser una buena forma de conocer el estado de la moral en la tripulación y adelantarse a posibles motines.
Muy original este blog!! una buena sorpresa..
Me gusta eso de "los músicos tendrán descanso el sábado".
Hay que seguir unas normas, aunque se sea un pirata...
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