domingo, 27 de junio de 2010

Mary Read y Anne Bonny


La historia de la piratería reconoce la existencia de dos mujeres piratas y lo cierto es que ninguna de ellas pasó inadvertida. Más curioso todavía es que acabaron conociéndose y trabando amistad. Compartieron andanzas y aventuras aunque al final su suerte fuera más bien dispar.

Mary Read nació en Londres. Se especula todavía con los motivos que la llevaron a hacerse pasar por un hombre. La versión más aceptada dice que era hija de los amores adúlteros de la esposa de un capitán de la marina mercante que se hallaba en alta mar cuando nació la niña. La madre ocultó el nacimiento durante un tiempo, y al fallecer el primer hijo que había tenido con el mencionado capitán, decidió cambiar al bebé de sexo para hacerlo pasar por el niño ante la familia de su marido, el cual entre tanto falleció en la mar, y poder así cobrar la herencia.
Mary (conocida ahora como Mark) y su madre vivieron cómodamente con el dinero heredado hasta su adolescencia. Cuando se quedaron sin dinero, Mary, que mantenía su identidad masculina, trabajó un tiempo como paje. Acabaría por dejarlo para enrolarse en un barco mercante. Sin embargo, los constantes abusos que sufrían los marineros a bordo por parte de los mandos, la llevaron a ingeniárselas para alistarse en la armada, donde se probó a sí misma en batalla y se enamoró un compañero marino. Se casaron y, con el dinero ganado en la marina de guerra, abrieron una posada llamada Las Tres Herraduras (The Three Horseshoes).
Por primera vez en su vida, Mary Read vivió como una mujer, pero su marido murió y Mary volvió a la armada, de nuevo disfrazada de hombre. Pronto perdió el entusiasmo por la vida militar, a la que renunció para embarcarse hacia las Indias Occidentales.

Durante la travesía, el barco en que viajaba Mary fue atacado y capturado por el pirata Jack Rackham (apodado Calicó) y su compañera, la mujer pirata Anne Bonny. Aún vestida de hombre, Mary fue reclutada por los piratas. Poco después, Anne Bonny descubrió su identidad femenina. Las dos mujeres acabaron siendo amigas (hay quienes afirman que lo suyo fue más que una amistad) y trataron de mantener el secreto de la auténtica identidad de Mary, pero Calicó comenzó a resentirse a causa de la cercana relación de Bonny con el nuevo marinero y al final tuvieron que desvelarle la verdad. Mary confesó y Rackham, más tranquilo, permitió que se quedara como un miembro más de la tripulación.
Mientras navegaban por el Caribe, Read se enamoró de uno de sus compañeros y se casaron según los ritos de la piratería. Durante un período de unos tres meses, Rackham y su tripulación obtuvieron éxito en sus asaltos, pero pronto comenzaron a dedicarse en exceso a los festejos y la bebida.
El 20 de octubre de 1720, las tropas del Capitán Barnet, enviadas por el gobernador de Jamaica, capturaron a Rackham y su tripulación, la mayor parte de los cuales estaban tan borrachos que no fueron capaces de presentar batalla.
Rackham y su tripulación fueron sentenciados a la horca por actos de piratería. Mary Read y Anne Bonny aseguraron estar embarazadas, y recibieron un aplazamiento de la ejecución. Se desconoce si realmente estaban embarazadas o si inventaron la historia para salvarse.

Mary Read escapó de la horca al morir de una fiebre mientras estaba en la cárcel. Anne, sin embargo, recibió varios aplazamientos de su ejecución hasta que misteriosamente desapareció de los expedientes oficiales. Hay diferentes teorías sobre su supuesto final. Se cree que su padre, que tenía contactos en la isla, perdonó a su hija y la rescató. Pero hay otras teorías que afirman que volvió con su marido e incluso existe el mito de que se hizo monja.

7 comentarios:

roberto dijo...

Dos piratas reales que se convirtieron en leyenda...

miette dijo...

Que caña, mujeres piratas. Qué grande, bonita historia.
Por cierto, como se casa uno por el rito pirata? cuentame porfa!

José Miguel Vilar-Bou dijo...

Parece que los piratas no se aburrían.

Allá; muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí; tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Dani dijo...

Molan estas historias de piratas.

J.E. Alamo dijo...

Tiene un aura de salvaje libertad el tema de los piratas que a todos nos atrae, Roberto.
¿El rito pirata? Esa será otra entrada, Miette. ;-)
¡Qué buenos los versos! No los conocía. Gracias,José Miguel.
Yo estoy enganchado, Dani. Mira hoy mismo te mando algo...je,je,je.

Dani dijo...

Ey! A ver si es verdad!

Enric Herce dijo...

Resulta apasionante la vida de esta gente. Pura literatura de aventuras.