sábado, 14 de junio de 2008

Perversa


Veinte, veinte relatos que dan fe del buenhacer de David Mateo Escudero -alias Tobías Grumm- y con los que demuestra su excelente oficio. Leer Perversa constituye la demostración de que el autor tiene la capacidad de sacar de su pluma estilos y temas tan variados que en ocasiones hay que volver a la portada para asegurarnos de que el escritor es efectivamente uno y sólo uno. Y es que en Perversa nos vamos a encontrar de buenas a primeras, con un relato inspirado en la historia de Blancanieves que corta el resuello mientras te preguntas dónde te estás metiendo. Pero no hay vuelta atrás. Uno sabe ya que se adentra en territorio comanche y que más vale ajustarle las cinchas al caballo o acabaremos en el suelo y pateados. Desde esa mencionada primera historia, El Regalo de Boda, el amigo David nos coge de la mano llevándonos de paseo por parajes en los que fustiga con ironía el mundo editorial, Ganado Literario, da una revisión nostálgica y plena de ternura a la figura de Marilyn, Feliz Navidad, Norma Jean, consigue estremecernos hasta los pies del alma con relatos como Reina de Sangre, Chalala, La Piel del Jaguar, Los Celadores de San Patricio, El Polvo que Cambió mi Vida ... que nos comamos el "coco" un rato con Cerebro Mentor, o que sonriamos con las aventuras de una araña ( ¿O debería decir "araño"?) con un buen calentón y admiremos a ese peón ambicioso que aspira a todo: Quiero degollar al Rey Negro, Las Extrañas Visicitudes de Carmelita en la Habitación Oscura.
Hay más historias aun hasta completar las veinte mencionadas en las que David, desarrollando un estilo propio para cada relato, pulsa sin miedo todos los sentimientos que tiene a su alcance.

Yo he disfrutado con este libro, una joya con la que arrellanarse en el sillón y "viajar" por mundos que normalmente no visitaríamos. No dejéis pasar la oportunidad de leerlo, que perderse Perversa es como acurrucarse en el fondo de la cesta cuando nos suben en globo: imperdonable.

2 comentarios:

David Mateo dijo...

Muchas gracias, gran Joe. Eres uno de los pocos afortunados que han podido degustar el libro. Me alegra que haya merecido la pena.

J.E. Alamo dijo...

Las gracias a tu talento, compi.