jueves, 12 de junio de 2008

Primeras Palabras




Cuando Ricardo propuso el tema del último miNatura




(en ¡Interesante! a pie de página podéis acceder a Cuba underground para descargaros esta revista que todo aficionado debería leer)




me quedé como se dice vulgarmente, a cuadros. ¡Lovecraft nada menos! El maestro en persona. Me costó una barbaridad escribir un primer relato que Ricardo rechazó. Demasiado largo me escribió. Y previsible, añadió. Tengo que admitir que tenía razón. Entonces escribí Primeras Palabras y ese ya le gustó más. Fue todo un desafío que posteriormente agradecí a Ricardo. No sé qué os parecerá el relato, pero yo al menos me quité un peso de encima.








Primeras Palabras





Lord Frederick Dunsay entró como una exhalación al cuarto de los niños y arrojando el sombrero a un lado, tomó a su joven esposa por los hombros.
-¿Qué ocurre? ¿Qué le pasa a la niña?
La mujer esbozó una media sonrisa que no compartió su mirada de ébano.
-Ha hablado. Ha pronunciado sus primeras palabras.
Lord Dunsay la soltó escupiendo una maldición.
-¡Mujer! ¿Me has hecho llamar para esto? Tenía una reunión en el ministerio para tratar temas de suma gravedad. Esos extraños sucesos del Támesis…
La mujer le colocó un dedo sobre los labios, haciéndole callar. El tacto de su esposa era gélido, como siempre

-Propio de las de mi raza, querido-. El había reído ante el comentario de ella.

y como era también habitual, ese roce le excitó brutalmente.
Ella le tomó de la mano llevándole hasta la cuna de su hija. La niña le observaba con los mismos ojos de la madre.

-Ojos de pez-, había alcanzado oír comentar a uno de los sirvientes. -Y esa piel, tan pálida. Me da escalofríos.

Había despedido al sirviente de inmediato, aunque en el fondo sabía que no decía más que la verdad.
La niña abrió y cerró la boca varias veces, sin emitir sonido alguno. Lord Dunsay interrogó con gesto impaciente a su mujer. Ella volvió a sonreír, apenas una mueca, y luego pasó el dedo por el cuello del hombre. La oleada de placer fue tan intensa que emitió un gemido. El dedo de ella resplandecía rojo de sangre. El se llevó la mano al cuello. La sangre fluía copiosa.
-¿Qué has hecho, mujer?
En lugar de responder, ella introdujo el dedo en la boca de la pequeña, quien chupó con avidez.
A Frederick Dunsay le fallaron las fuerzas y cayó al suelo. El rostro de su mujer, inclinado sobre el suyo, se estiraba sobre el hueso aplanándose por los lados con lo que la boca quedaba reducida a una hendidura y los ojos,

Ojos de pez

destacaban abultados a ambos lados del rostro. Ella le habló en tonos líquidos.
-Ahora, escucha. Tu hija habla.

Ph ´nglui mglw´nafh Cthulhu K´lyeh wgah-nagl fhtagn

-¿Qué demonios es eso?- musitó Dunsay, debilitado.

Por el borde de la cuna asomó una mano imposible, blanca, leprosa, y la cantinela incrementó su candencia

Ph ´nglui mglw´nafh Cthulhu K´lyeh wgah-nagl fhtagn
Ph ´nglui mglw´nafh Cthulhu K´lyeh wgah-nagl fhtagn

A la extremidad siguió una cabeza y tras la cabeza llegaron los gritos de Lord Frederick Dunsay. Fueron gritos de niño.
Al día siguiente, el miembro del Ministerio de Interior británico acudió a trabajar con su acostumbrada puntualidad. Si alguien notó algo extraño en su comportamiento, no lo comentó. Ni siquiera el ministro, Sir John Campbell, cuando fue invitado a la mansión de Dunsay a cenar.
-Será un placer, querido Frederick. A mi esposa y a mí nos encantará conocer a su esposa Lavinia y, sobre todo, escuchar esas primeras palabras de la pequeña Asenath.

5 comentarios:

Monelle/Carmen Rosa Signes dijo...

Ya me encantó en cuanto lo recibió Ricardo para el miNatura, le ayudo con el correo y demás, y volverlo a leer ha sido un placer añadido. Felicidades.

Carmen

Anónimo dijo...

Estaba tan tranquilo leyendo el susodicho relato en mi natura que cuando llegue al final y vi que lo habias escrito pense: "Cooooño! Si es del Joe!! sera bandarra que no me ha avisado!!" Y no he sacado tiempo todavia para mandarte la colleja pero veo que te me has adelantado y ya lo has comunicado en el blog asi que quedas perdonado.
Y no es que me sorprendiera que un relato tan chulo fuera obra tuya, es simplemente que estaba muy bien camuflado entre los demas relatos de Lovecraft que estaba leyendo, lo cual quiere decir que cumpliste a la perfección con la misión.

Un abrazo!

GuZ.

J.E. Alamo dijo...

Gracias a los dos. OS aseguro que ha sido una de los relatos que más me ha costado escribir, así que me alegro haya salido bien.

José Angel Muriel dijo...

Muy bien recreada la atmósfera al estilo Lovecraft. Afortunadamente, tiene el toque de Joe. Gracias por compartirlo.

A propósito, me gusta mucho cómo has ilustrado la cabecera de tu blog. Hermoso dibujo.

Y un último detalle: en los anuncios que envías por correo, los enlaces aparecen unidos a tu firma y no se abren directamente, al menos así me ocurre a mí (podría depender del editor de correo). Te sugiero que separes la firma.

J.E. Alamo dijo...

Gracias por lo del firma, miraré a ver qué ocurre. EL dibujo es de Sarah, mi princesita ¡Toda una artista!