La Gata sobre el Tejado de Zinc... Caliente

 Nos ha dejado la Taylor, un mito con mayúsculas que supo vivir tantas vidas como le apeteció. 

Grandes interpretaciones (dos Oscar); grandes tragedias (la muerte de su marido mientras ella rodaba La Gata sobre el Tejado de Zinc Caliente, una grave lesión de espalda que la confinó a una silla de ruedas, un tumor cerebral...); grandes excesos (casada en siete ocasiones, obsesionada con las joyas, el alcohol, ... Y Richard Burton: inmenso actor con el que se casó dos veces); gran persona (dedicada en cuerpo y alma durante estos últimos años a las causas benéficas, en especial la lucha contra el sida) y poseedora de los ojos más bellos que se han visto en una pantalla.

Debutó como actriz con doce años y con catorce ya se había hecho un hueco entre las estrellas con su participación en Mujercitas. Personalmente la recuerdo en tres películas por encima del resto: Cleopatra, ¿Quién teme a Virginia Wolf? y La Gata sobre el Tejado de Zinc...Caliente (Los puntos suspensivos son porque en España se eliminó el Caliente del título, supongo que al censor de turno debió parecerle demasiado "provocador". 

Su última aparición en la gran pantalla fue en Los Picapiedra de 1994, lamentablemente fue una actuación para olvidar. 

Me quedo con la actriz a la que los medios anglosajones llegaron a calificar como "Bigger than Life", más grande que la vida. Lo fue y su recuerdo será mayor aún.