La última película española que me hizo babear de placer fue Celda 211 con un impresionante Luis Tossar componiendo un personaje, Malamadre, que conservo grabado como uno de esos antihéroes que no tienes más remedio que admirar. Cierto que un análisis pormenorizado del argumento descubre unas cuantas incoherencias, pero eso otorga más valor a la dirección e interpretación que fueron capaces de lograr que obviáramos esos "absurdos".
Y ahora viene No Habrá Paz para los Malvados, (hay que estar muy seguro de uno mismo para clavar un título así) y tengo la sensación de que el Santos de Coronado se cogerá de la mano de Malamadre en ese Olimpo de gente mala hasta la médula, pero tan íntegra en su perversidad, que consiguen levantar admiración malsana por parte del espectador. No quiero leer críticas, ni ver trailers (¿Soy el único que mataría a los autores de esos "avances" cinematográficos que te "despedazan" una película?).
Creo que debería más género negro en el cine español, donde existe un terreno fértil para ello. Quizás esa América "sucia" se haya adueñado del género, pero si uno mira a su alrededor, las posibilidades de un Negro Patrio son infinitas. Y si no, que se lo pregunten a alguien como Claudio Cerdán que ha sacado una novela, El País de los Ciegos, digna de la pantalla grande como la que más.
Ya contaré lo que No Habrá Paz para los Malvados me ha parecido... Y ojalá no sea una decepción.
2 comentarios:
Fue la que más gustó en San Sebastián y se va de vacío. Lo de siempre: que el jurado y el público o la crítica coincidan es casi un milagro.
Sí, Roberto, y así nos luce le pelo. Esa distancia entre "experto" y "consumidor" (nótense lo entrecomillados), no creo que beneficie ningún acto (en este caso, el cine).
Hoy voy a a verla y con tanta ilusión como si la hubieran sepultado en premios ( o más aún).
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