Feliz Vida

Hace un año por estas fechas, comencé con mi blog, como tuvo a bien recordarme José Ángel Muriel porque yo ni había caído en la cuenta. Por aquel entonces, colaboraba de manera regular con sedice.com. Lamentablemente la falta de tiempo me llevó a dejar de enviar mis columnas a sedice y a centrarme más en el blog. De aquella época es esta columna que escribí por Navidad. Como me consta que muchos no la habréis leído y además, tampoco voy sobrado ni de tiempo ni de inspiración, os la ofrezco como mi particular manera de desearos lo mejor para estas fiestas y extender ese deseo al resto de días del año.

Un abrazo agradecido a todos los que seguís el blog.

Nicolás de Bari, obispo de Anatolia.
Últimas Palabras.

“He visto cosas que vosotros no creeríais: A familias reunirse por motivos que sólo sus corazones sabrían explicar. Niños pidiendo deseos a estrellas errantes. Regalos cuyo verdadero presente estaba en quien lo entregaba. Calles plenas de gentes que paseaban, deteniéndose a conversar. Casas con las puertas abiertas y una luz sobre su entrada. Villancicos y panderetas en cada esquina. Comidas condimentadas con sencillez y alegría. Intenciones honestas de dar un paso hacia una vida mejor. Lágrimas de reencuentros emocionados. Sueños por los que luchar.
Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como las lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.
Feliz Navidad”.